Los hermanos Roca, anfitriones de El Celler de Can Roca, considerado el mejor restaurante del mundo, se rindieron ante el popular choripán, el mate, el Malbec y hasta se atrevieron con un "golazo" de postre, al mejor estilo Messi, en la elaboración de su menú argentino durante su visita a Buenos Aires.
Los Roca -Joan, el chef; Josep, el sommelier, y Jordi, el pastelero- recalaron en la capital argentina en el marco de una gira internacional para llevar al mundo el secreto de la mejor cocina española.
Para atender a los cien comensales por noche que recibieron los Roca durante esta semana en un conocido restaurante de Buenos Aires, los hermanos Roca se preparan con horas de antelación.
Arropados por un equipo de 80 personas, entre cocineros, sommeliers y camareros -la mitad del equipo procedente de El Celler-, los Roca se implican en cada detalle de la elaboración en la cocina.
Nada queda a la improvisación. Todo está medido al milímetro y organizado para evitar sorpresas y rendir homenaje a la gastronomía argentina con una mezcla de innovación y tradición.
"La cocina argentina es increíblemente compleja, parecía muy simple antes de llegar pero luego te das cuenta de que es compleja porque tiene influencia de muchas cocinas", explica a EFE Joan Roca.
En los quince pasos de la carta, las estrellas de la mesa argentina, desde el choripán -el típico bocadillo de chorizo a la parrilla, que en manos de los Roca queda como un delicioso canapé-, hasta el mate, tomado con cuentagotas y regado con Malbec.
La pizza de fainá (masa de garbanzos), las empanadas -de humita y carne-, los alfajores y el taco de asado, completan la oferta de entradas.
En los platos fuertes: cordero, merluza negra, cochinillo, locro y langostinos del sur.
Productos tradicionales con aderezos poco corrientes: cinco pimientas, cedrón, azafrán, naranja amarga, jazmín, rosa marchita, polvo de chorizo picante, ceniza de cebolla de verdeo y hasta una emulsión de queso de oveja con esencia de lana.
Todo regado con los mejores vinos argentinos: Malbec, la más conocida de las uvas locales, torrontés, bonarda... para cerrar con un aguardiente de pera patagónico de 40 grados, más que suficiente para combatir el frío del invierno austral.
La propuesta constituye un extenso recorrido gastronómico por la geografía argentina, desde el cordero de la norteña Salta a la merluza de las heladas aguas de Tierra de Fuego, y por las más importantes bodegas del país, de Mendoza a la Patagonia.
El menú se cierra con otro homenaje a la cultura argentina: el fútbol. Un "golazo" de Messi de la mano de Jordi Roca elaborado con el protagonista indiscutible de los postres argentinos, el dulce de leche, y presentado en un balón con césped artificial traído desde El Celler.
Durante una semana, los hermanos Roca sirvieron este menú a quinientos comensales en el marco de su "Cooking Tour 2015", una iniciativa de la entidad bancaria española BBVA que les permite mostrar al mundo las claves de su éxito.
Una experiencia, explican a EFE, que los ayuda a "internacionalizarse" y enriquecer la cocina de El Celler, sin perder de vista que el éxito es "relativo" y que no dejarán que les "vuelva locos".
Arropados por su equipo, los Roca seguirán a partir de la próxima semana su gira en Estados Unidos, en las ciudades de Miami, Birmingham y Houston, antes de saltar a Estambul (Turquía).
En conjunto, cinco semanas en las que El Celler se mantendrá cerrado. A su regreso, no habrá descanso porque el restaurante de Girona tiene reservadas sus mesas durante los próximos once meses.
Mar Marín - EFE.
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